Tal como lo dice el título y copete de esta nota, en Francia algunos cobran sus servicios con otros servicios. Entre los rubros que se pueden pagar con sexo se encuentran: plomería, electricidad, reparaciones varias y hasta clases de política.
Algunas de las conmovedoras declaraciones que se reproducen en Infobae:
Eric, 55 años, es otro protagonista de esta modalidad. Contó que conoció a dos clientas mediante esta práctica: "La primera buscaba un pretexto para una aventura. La segunda era una señora de 51 años que vivía sola, realmente necesitaba hacer esas reparaciones y no tenía dinero para pagarlas".
Otro profesional de este peculiar gremio publica en la web que intercambia reparaciones de electricidad, cerrajería contra "mimos picantes" y se esmera en su descripción personal: "44 años, respetuoso, higiene irreprochable, no fumador, metro ochenta, 85 kilos..."
El profesor de guitarra Alex anuncia sin pudor que permutar clases por coitos y además incluye su foto y su teléfono.
Marvin de 75 años, profesor de Ciencias Políticas por la IEP y sociólogo, al que ta,bién da clases particulares de francés, inglés, filosofía o cultura general puntualiza que "el cobro es en especias: grandes mimos de una estudiante mayor o de la madre del alumno" y cuando desde el diario le preguntan a qué se refiere con "grandes mimos", aclara "hablo, claramente, de hacer el amor".
Y espero que por dar su opinión, no me quieran cobrar!
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