Una jueza de La Pampa se negó a casar a una pareja gay (La Nación)
La jueza de la ciudad de General Pico, Marta Covella, no presidió la primera boda gay en La Pampa, y en su lugar lo hizo un suplente.
Covella había reiterado que no iba a impedir la ceremonia, aunque no fue ella quien los casó. "Nunca dije que los casamientos de personas del mismo sexo no se van a hacer. No los voy a hacer yo, pero se van a hacer", había manifestado.
La delegación pampeana del Instituto Nacional Contra la Discriminación y la Xenofobia (Inadi) manifestó que:
"La sustracción de un funcionario público al cumplimiento de sus deberes oficiales, sólo puede ser legal en la medida en que sea admitida como objeción de conciencia. De acuerdo a la jurisprudencia elaborada al efecto en nuestro país por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, hay un elemento fundamental que debe necesariamente darse, para que la objeción de conciencia sea viable, y es actuar en beneficio de derechos propios sin afectar derechos de terceros".
Para mí la objeción de conciencia debería permitir que la jueza no case a personas del mismo sexo, ya que ella lo considera antinatural.
A mí también me deberían permitir en mi trabajo negarme a atender a los hinchas de Unión.
O hay algo de natural en que un ser humano sea hincha de ese club?
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